jueves, 21 de octubre de 2010

Práctica de Amor Sin Número: Promesas incumplidas y cuestiones de ti

El juego inicia, surge intacto como un signo sutil y perfecto convirtiéndose en parte crómatica de vuestros días, sonríes y las horas se vuelven eternas con el entusiasmo infantil que dura hasta hoy.

Qué será aquello que nos dispone a amar, una mirada basta que cobra sentido con una curvilínea demostración de afecto, un lugar donde la luz se acurruca.

Y sin embargo lo sé, la sempiterna forma de amar la sensación acabaría por odiarte y también por querer sentir orgullo de ti, por un poquito de acción y claro desearte como descocido. Muestras el mismo camino de siempre o quizá soy yo el que no puede estar como espectador al ritmo distinto, un cambio de ritmo, a veces no somos tolerantes, a veces preferimos continuar, son decisiones.

En otras te ves como parte de algo y el que cambia de ritmo es aquel personaje que no descubriste en qué momento terminó por aparecer en tu imaginación, sin embargo es una decisión con qué quedarte y sí, es amargo cual el peor trago de cianuro en funciòn de lo que uno entrega, y sí algo entregaste fue una decisión... También es decisión el no querer recibir nada a cambio... O quedarse en el mismo espacio, porque no hay peor tiempo perdido que el perdido en añorar pues eso sería lo más injusto para ti, sin embargo hay muchas cosas por probar y recuperar todo aquello que nunca tendrías. Hoy toca chelas, mañana un juego, una salida, jatear hasta tarde... Y quien lo diría me siento algo distinto y es mejor.

domingo, 18 de julio de 2010

He had a point of reason

Estriba la angustia del tiempo, entre dos pensamientos
"somos lo que nacemos" en su plan fatalista de inmutable cambio
o "somos quien creemos ser" y su inevitable triunfo optimista.
Y hoy descubres también que la apoteósica redención es sólo gracia distraida
de lo que decidas hacer, y si queja alguna queda
pues retén la vista y da vueltas la mirada, atrás donde podamos
distinguir lo que vale de lo que no vale la pena.
Aprende, toma, haz y crece.
Pero cree.

Jugar a mirar

Tu falda da vueltas al viento y susurros nuevamente zigzaguean mi oído,

un beso y una risa que quisieron ocultar la prisa por acelerar tus ganas,
me impides el paso y me alejas con distancia serena por dirigirte más allá,
pero disfruto tu espacio, tu ira desafiante que destila nuestra paciencia.

Vibra nuestra respiración al borde del mundo que se cae a pedazos,
que se vierte cayendo en colores y bríos del rojo cobrizo de nuestra temperatura.

Aún no despierto, aún no aguardo, aún te sueño y solo deseo danzar,
guardando el aroma de tu piel que sueles sellar con tus abrazos por años,
el aroma recurrente y atemporal que suele concederme una tarde taurina
al ruedo de golpes y arremetidas que descuidan y pierden el tiempo imaginario,
te detienes, giras y piensas en tu siguiente jugada, levanto la capa,
te acercas y apuntas lo suficiente para no matar.

Al final no importa quien quede con parte del otro, gané tu traviesa aventura,
tuve tu vida y probé con sigilo el filo de tu ornamenta y sí, sería imposible
si no lo quisiéramos.

Anhelo

Existen, de forma irreverente, múltiples formas de rozar la locura, desde un acto volátil del día más pleno hasta la fortuna de un desencuentro afectivo.


Ciertamente el mañana aparecerá nuevamente, con o sin rostros extranjeros o conocidos, mi cama avanzará vacía o tibia y desordenada, pasarán los días y así también las sonrisas que estallan en situaciones complejas, cogeré 3 libros y avanzaré con mi carrera, llenaré mi escritorio con plantillas de cálculo con alineamiento idóneo y cuando termine el día, surgirá nuevamente la palabra frustrante, casi concluyente - anhelo.

Danzas y ríes y os adoro por eso, pero seré vuestro amigo, obediente y fugaz igualando el compás, dando retos prohibidos del pasado, sin fallar nuevamente. ¿El límite? Quizá algún día lleguemos a una coordinación consensual, quizá nos alejemos nuevamente para incendiar más el deseo de la próxima vez. Me equivoqué no debe ser frustrante, sino emocionante, no sé qué vendrá.


Sé que no eres para mí, en este momento, pero sé que eres mujer como ninguna, y que en algún descuido podríamos ser la pareja, no cliché, sino perfecta, pensando que sí, es que me emociona sentir que estamos juntos por una forma poco razonada. Saltemos pues a otro día a esperar la tarde.

Deseo

Qué es esto, amor controvertido, desconocido, que no se espera, angustia y descontrola. Que no conoce razón, pero tiene un tino ávido, unas ganas que no quieren comprender el tiempo con su espera, que acucian la forma más deshumana de descontrol y pasión, que quema el aire y los sonidos apagados de la exhalación y pálpito agitado y desordenado. Y sin embargo juega a esconderse… Pausa mesurada, cubre la noche y un verso despejado, agitan las tres primeras notas del susurro más letal, más ligero y anhelado, te transformas en las manos que recorren los labios en busca de calma.


Te apagas con el día y la noche es el oxigeno que recubren tus brazos encendidos, sin tregua nuevamente, te encuentro en nuestro juego de no ser mía, pero estaremos juntos cada vez que empiece nuevamente mi duda del amor perfecto, no es cierto, si no es incompleto, juguemos nuevamente, no apagues la luz, te invito esta vez yo en la incertidumbre.